Varios ríos perennes cruzan el valle del río Seronera permitiendo así a muchas especies habitar esta región durante todo el año. El río Seronera es el más grande y famoso de los cuatro ríos que fluyen hacia el noroeste de las llanuras a través de este valle y que convergen en el Grumete, que desemboca sus aguas en el Lago Victoria.
Desde una perspectiva aérea, el río Seronera, el río Wadamu, el río Songore y el río Nyamanje serpentean a través de la amplia entrada del valle como una mano gigante con dedos verdes. Cada río está bordeado de hermosas acacias en forma de paraguas, acacias amarillas y árboles salchicha. El río Seronera en particular, con sus pantanos estacionales y sus profundas piscinas naturales es el hábitat ideal para el león y el leopardo, es quizás esta zona el lugar de África donde más fácilmente se pueden ver a estos dos grandes felinos en acción.
Los safaris en las áreas adyacentes a los cuatro ríos mencionados son excelentes durante todo el año, aunque si hay alguna época mejor que otra esa es la temporada seca, cuando las familias de leones están más sedentarias y se ven mejor en el terreno tostado. Los leones esperan pacientemente en las cercanías de los lugares donde los animales han de acudir para beber. Las orillas del Seronera parecen ser las mejores para llevar a acabo un safari por esta zona, tenemos muy buenos informes de los guías y viajeros que han visitado este lugar.
La orilla a lo largo del río Seronera junto con las del río Songore son las mejores zonas de África para encontrar leopardos. Estos animales son la elegancia personificada. Tal vez sea su impresionante belleza, su increíble poder o su carácter enigmático lo que seduzcan a todo aquel que los ve. Ciertamente, tener la oportunidad de avistar a este sigiloso gran gato, es muy emocionante y si eso se hace en su hábitat natural, es el no va más. Este gran felino es muy esquivo, eso hace que cuando se encuentra a uno, el momento sea muy especial.
Un estudio realizado en Seronera reveló que había 7 leopardos adultos residentes en un espacio de 115 km2, esto equivale a un leopardo cada 16 km2, si a esta cifra se le suman los cachorros y los leopardos nómadas, hace de Seronera uno de los lugares con la mayor concentración de leopardos de África. Sin embargo, el hecho de que en esta zona se encuentren relativamente pocos árboles grandes hace que el número no sea mayor. Por el contrario, este hecho hace que estos animales sean más fáciles de avistar que en otras zonas más frondosas. Recomendamos que durante su safari se mantenga muy atento a las ramas de los árboles salchicha, pues es ahí donde suelen verse.
El leopardo lleva una existencia solitaria, un estudio realizado en Seronera desveló que en 155 avistamientos registrados, tan solo en 3 se vieron a dos leopardos adultos juntos.
Los cachorros permanecen con sus madres aproximadamente hasta los 22 meses de edad, momento en el que se convierten en independientes.
El leopardo es principalmente nocturno, se cuando se presenta más activo, aunque en Seronera es comúnmente avistado también de día. Conocido como el “príncipe del sigilo” el leopardo utiliza la técnica de la emboscada para cazar a sus presas. Son capaces de arrastrar grandes presas con pesos superiores al suyo hasta lo alto de los árboles para poder comer con relativa seguridad a salvo del acecho de las hienas y los leones.
Los ríos y cursos de agua en Seronera son famosos por los leopardos pero son todavía una atracción mayor las grandes familias de leones residentes aquí. Estas familias establecen como base las orillas de los ríos durante la estación seca y sorprenden a sus presas cuando vienen a beber mediante emboscadas. Suelen cazar al amparo de la oscuridad de la noche, sin embargo los frondosos arbustos les proporcionan también una buena cobertura durante el día.
Una de las escenas más emocionantes es cuando se ve a un león acechando a otro animal, hay unos momentos en los que el león adopta una posición tensa que se vuelve insoportable, para después explotar y dar caza a su presa. Una escena ciertamente dramática que nos recuerda que la naturaleza no solo puede ser bella, sino también cruel y violenta.
El valle del río Seronera es conocido por albergar la familia de leones residentes más grande del Serengeti. Es el sitio ideal para los leones por sus fuentes permanentes de agua y la alta densidad de animales residentes que pueden ser apresados por ellos.
Cada familia del Serengeti es conocida con un nombre, así encontramos en diferentes posiciones la familia Masai Kopjes, la familia Makoma Hill, la familia Campside y la familia Seronera, estas serían las más importantes.
26 familias de leones residentes se han estudiado en el valle del Seronera desde 1966, cuando George Schaller inició esta actividad sobre el terreno. El “Serengeti Lion Project” es pues el estudio de campo más largo realizado sobre un gran mamífero. Una hembra de cada familia porta una radio collar para poder ser rastreados y estudiados semanalmente. Es posible que usted vea alguna de estas leonas con collar en la zona central, oriental o en el sur del Serengeti, pero nunca verá a dos leonas con collar juntas, pues el león es un animal tremendamente territorial.
George Schaller inició el estudio en 1966 y siguió hasta 1969, cuando le sustituyó Brain Bertram, entre 1969 y 1974. Jeannette Hanby y David Bygott lo hicieron de 1974 a 1978. A partir de entonces el proyecto fue asumido por la Universidad de Minnesota bajo la dirección de Craig Packer. Dos biólogos de campo se sitúan en Seronera 365 días al año para vigilar los leones y proseguir este estudio a largo plazo.
Los leones son animales muy sociales y lo hacen casi todo en grupo. Cazan, protegen a sus cachorros y luchan por su territorio en grupo.
Las familias de leones están compuestas mayoritariamente por hembras y jóvenes dependientes, con una coalición de machos inmigrantes. El territorio pertenece a las hembras y su propiedad es transferida de madres a hijas durante generaciones. Los leones machos entran en las familias como un grupo y su labor es procrear y defender a los cachorros del acecho de otros leones machos nómadas. Cada pocos años, la coalición residente de machos es sustituida por otra. Así pues, los maridos van y vienen, pero el matriarcado está siempre presente en las familias de los leones.