¿Qué ver en el Lago Manyara?

El Lago Manyara es un hermoso paisaje para contemplar, animales retozando a lo largo de su costa, una nube rosa de flamencos sobre el lago y el reflejo de la luz sobre las aguas que va cambiando su tono según la hora del día, desde los matices rosas del amanecer, pasando por los azules del mediodía hasta los tonos amarillos del atardecer.

 

El Lago Manyara se formó como resultado del Gran Valle del Rift, durante millones de años la brecha se ha ido ensanchando y los arroyos han ido almacenando las aguas en lo que hoy es el lago. Este lago no tiene salida de aguas, por lo tanto está sometido a una intensa evaporación que permite la creación de sales y otros minerales, sin embargo no son unas aguas demasiado saladas así que los animales pueden beber y acomodarse sin problemas. Debido a esta concentración de sales y minerales crecen muchas algas y por consiguiente, muchos peces.

 

El lago Manyara es también un paraíso para las aves. Más de 300 especies se han registrado en esta zona. El más espectacular es el flamenco, que procura impresionantes vistas con sus enormes grupos de individuos. Esta especie se alimenta de algas y se dice que su color rosa es debido a la ingesta de ciertos minerales que se encuentran en el Lago Manyara. El avistamiento de estos miles de flamencos es realmente espectacular. Estas aves se comunican mediante indicadores visuales y vocales. Cuando se congregan en masa el ambiente es muy ruidoso y escandaloso.

 

Los flamencos tienen muy buena vista y oído sin embargo el sentido del olfato es bastante pobre. Esta especie tiene unas patas muy largas, lo que les permite vadear en aguas mucho más profundas que la mayoría de las aves. Tienen una costumbre muy curiosa, que es apoyarse sobre una sola pierna, se cree que lo hacen para mantener los pies calientes y conservar el calor del cuerpo.

 

Antes de emprender el vuelo, el flamenco debe ejecutar varios pasos para coger carrerilla y preparar sus grandes alas. Vuelan con su cuerpo totalmente extendido, con el cuello alargado y la cabeza hacia delante, con las piernas estiradas hacia atrás en horizontal.

 

Es interesante observar como la velocidad de vuelo de una bandada de flamencos puede alcanzar hasta 60 km por hora y son capaces de volar hasta 600 km cada noche.

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