Gorila Trek - Uganda y Rwanda

El principal atractivo turístico de Rwanda es el Parque Nacional de los Volcanes. Éste está formado por unas 13.000 hectáreas que protegen el sector ruandés de los montes Virunga, compuesto por seis volcanes sin actividad y tres que siguen activos en la actualidad, situados a lo largo y a ambos lados de la frontera entre Rwanda, Uganda y la Republica Democrática del Congo.

 

El Parque Nacional de los Volcanes se hizo famoso a raíz del estudio que empezó en 1960 la primatóloga norteamericana Dian Fossey, siendo la pionera en el estudio del comportamiento de los gorilas de montaña, labor que en la actualidad sigue la fundación que lleva su nombre. Su vida fue llevada al cine, tres años después de su muerte, en la película Gorilas en la niebla, lo que hizo que el interés en visitar el Parque Nacional de los Volcanes aumentará notablemente.

En un área de aproximadamente 420 km2 en los montes Virunga viven unos 300 gorilas de montaña de los 600 que existen en cautividad hoy en día (el resto están en Uganda y la Rep. Democrática del Congo). Aunque el censo de gorilas en Rwanda ha aumentado en los últimos años.

 

Los gorilas de montaña fueron “descubiertos” el 17 de octubre de 1902 por un explorador alemán llamado Robert Von Beringe. Actualmente, dentro de los gorilas se distinguen tres subespecies: el Gorilla gorilla gorilla (gorila de planicie occidental, también llamado gorila de llanura occidental), que ocupa las zonas de Camerún, Guinea Ecuatorial, Republica Democrática del Congo, Republica Centroafricana y una pequeña parte de Nigeria. El Gorilla gorilla graueri (gorila de planicie oriental), que podemos encontrar en la Republica Democrática del Congo; tiene un cuerpo más ancho y fuerte que el gorila de llanura occidental, así como la cara más alargada y el pelaje más negro. Y por último el Gorila gorilla beringei (gorila de montaña) cuya pequeña población se restringe a la cordillera de los volcanes Virunga y a una pequeña zona del sudoeste de Uganda.

 

El gorila de montaña no tiene enemigos naturales, por lo que viven más de 50 años en libertad, aunque su supervivencia es crítica a causa de los furtivos, la deforestación, la exposición a enfermedades humanas y la inestabilidad de la zona, que ha estado envuelta en diversos conflictos bélicos en los últimos años. La naturaleza es su único hogar, no teniendo éxito el intento de mantenerlos en cautividad, ya que hasta el momento ningún gorila de montaña ha logrado sobrevivir en esta situación.

 

A la hora de realizar la visita a los gorilas, tenemos que tener en cuenta que para visitar a cualquiera de los cinco grupos que se pueden ver hay que pagar un permiso carísimo (aprox. 600 €), y muy restringido, ya que hay demanda desde todo el planeta. De los cinco grupos de gorilas, 2 están restringidos para los científicos, y los otros 3 grupos son para el resto de visitantes. Diariamente se realizan 3 salidas en busca de los gorilas de montaña, el máximo de personas admitidas por grupo es de 6.

 

Es imprescindible no tener fiebre, diarrea o cualquier otra enfermedad para evitar un contagio a los miembros del grupo, que son muy vulnerables a las enfermedades humanas. No está permitido llevar comida y mucho menos intentar dar de comer a los miembros del grupo. No podemos acercarnos más de lo que el guía del parque nos indique y no podemos llevarnos nada del interior del mismo. No se pueden realizar fotografías con flash y no permaneceremos más de una hora (son milimétricos con esta norma), una vez que tenemos a los gorilas delante, para no causarles estrés. Los gorilas pueden estar acostumbrados en ciertos momentos a la presencia humana, pero la mirada directa a sus ojos, aunque sea de soslayo, durante mucho tiempo puede ser interpretado como un gesto agresivo y producir alteraciones en su comportamiento, llegando incluso a realizar alguna carga de aviso contra nosotros.

 

El trekking en busca de los gorilas por el parque nacional es espectacular, por su frondosidad, por sus gigantescos árboles y sus paisajes de autentica selva africana lo hace inolvidable.

Según el grupo de gorilas que te hayan asignado, el trek puede ser más o menos duro, dependiendo de la localización de los animales. Se puede contratar un porteador por persona ya que la subida puede ser dura.

 

Los grupos de gorilas están las 24 horas escoltados por los cuidadores del Parque pues aún existen cazadores furtivos. Esto permite que estén localizados continuamente, y el porcentaje de avistamiento de los gorilas por parte de los viajeros sea de casi del 100%. Los trackers están en contacto con los cuidadores del parque por radio, y estos les indican la situación de las familias.

 

El momento en que vemos a los gorilas es muy emocionante y llegamos a olvidar la dureza del camino. El sentimiento es de mucho respeto, pues los gorilas, y sobre todo el macho “silverback” son enormes, y con un aspecto feroz, pero transcurridos unos instantes ves que si no haces nada extraño, los animales casi ni se inmutan con nuestra presencia.  También te sientes privilegiado, por poder apreciar tan de cerca estas escenas de auténtica naturaleza salvaje, vírgen y tan lejanas a nuestra vida cotidiana.

Los gorilas normalmente se encuentran a unos 8 m de distancia, que es la distancia de seguridad, pero su curiosidad les hace acercarse y en ocasiones rozarnos y tocarnos. Las familias tienen de 10 a 23 miembros y hay momentos en los que te encuentras completamente rodeado, la sensación es brutal...

 

El tiempo de una hora se hace muy corto, pero la experiencia es tan intensa que no se olvida durante el resto de la vida.

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