Makoma Hill es una prominente colina que forma el extremo occidental del valle del río Seronera. Justo en frente de la colina se encuentra una pequeña e idílica llanura llamada Makoma. El hermoso Thatch Kopjes sobresale por encima de la llanura dominando el territorio. Cada uno de estos tres recursos (Makoma Hill, la llanura de Makoma y Thatch Kopjes) son una maravilla escénica y cada una ofrece enormes oportunidades de ver animales salvajes.
El bosque de Makoma Hill es un buen lugar para ver jirafas e impalas, la larga hierba de las llanuras es hábitat de guepardos, búfalos, gacelas y hienas manchadas, mientras que Thatch Kopjes es el hogar de la familia de leones de Makoma. Esta familia utiliza este kopjes como base y a menudo se ven cachorros jugar entre las rocas de los kopjes.
Un itinerario de safari por esta región (lo llaman Makoma Game Loop), es siempre una experiencia fantástica.
Con frecuencia se ven leones de la familia Makoma y hienas cazando en las llanuras. Existe un gran conflicto entre estas dos especies, muy numerosas en la zona pues compiten para cazar en una espacio muy pequeño.
También es posible ver pequeños carnívoros como chacales de dorso negro o zorros de oreja de murciélagos, así como rapaces. El chacal de dorso negro es una especie pequeña e inteligente que se une a su pareja de por vida, juntos defenderán su territorio.
Makoma está situado en un buen lugar para ver animales salvajes durante todo el año pero su mejor temporada es durante la migración hacia el norte (mayo-junio) o hacia el sur (noviembre-diciembre). Esta es la mejor época también para la familia residente de leones, y para las hienas.
Los guepardos habitan las llanuras de hierba alta que rodea Makoma Hill durante la estación seca, mientras que en la temporada de lluvias migran de vuelta a la hierba corta de las llanuras del sur. Generalmente los guepardos se pasan la vida persiguiendo a las gacelas Thompson en su migración, pero hay algunos que son residentes, sobre todo en zonas con una biodiversidad alta como es Makoma. Un estudio sobre el hábitat de los guepardos dentro del Serengeti reveló que tan solo habían 8 espacios en los cuales esta especie era residente; Makoma Hill, Simba Kopjes, Naabi Hill, Gol Kopjes, Ndutu, Barafu Kopjes, Maasai Kopjes y Hidden Valley.
Como hemos mencionado anteriormente, es posible avistar hienas manchadas en esta área. Esta especie es muy sociable y suelen vivir en grandes grupos o clanes. Es un animal con unas mandíbulas poderosísimas, tan fuertes como para aplastar los huesos y el corazón de un león adulto. Las hienas son reconocidas por varias características, una de ellas es su peculiar sonido, similar a una aguda risa nerviosa. Este sonido suele romper la tranquilidad de la noche y la quietud de la madrugada. La otra peculiaridad es que sus patas delanteras son más altas que las traseras lo que le confieren unos andares muy peculiares.
Las hienas son extremadamente inteligentes y utilizan la estrategia para cazar pero lo interesante es que usan diferentes estrategias según la presa a la que se estén acechando. Las hienas son enemigas mortales de los leones, no habrá un momento tranquilo aquí en Makoma mientras sus territorios se superpongan.
Se cuenta que en Makoma ocurrió algo muy inusual durante una noche de tormenta. La mañana del 16 de noviembre de 1966, encontraron dispersos en una superficie de aproximadamente 8 km2 los cadáveres de 59 gacelas Thompson y 27 más heridas de gravedad. Por la zona rondaban 19 hienas con los estómagos aparentemente dilatados. De los 59 cadáveres de gacela, tan solo 13 parecían haber sido parcialmente comidos. La noche había sido muy oscura, con fuertes lluvias y un gran vendaval. El estudio del patrón de lesiones de las víctimas reveló que los atacantes, las hienas, habían agarrado al azar y por cualquier parte del cuerpo a sus victimas, las gacelas. Las huellas pusieron de manifiesto que las hienas habían caminado tranquilamente matando una gacela tras otra, cada una actuó independientemente. La única explicación que se da a este raro fenómeno es la influencia que pudo tener la extrema meteorología de aquella noche en el comportamiento de las hienas.